nbc.com/state-of-affairs
-Estreno: 17 de noviembre de 2014, NBC
-Drama, 42 minutos, 1 temporada, 13 episodios.
-No renovada.
-'State of affairs' es como si 'Homeland' y 'Scandal' se hubieran casado y hubieran tenido un hijo que no hubiera heredado lo mejor de sus respectivos genes. La serie trata sobre una analista de la CIA, Charleston Tucker, que era novia del hijo de la presidenta de los Estados Unidos (presidenta de verdad, no primera dama: en este universo paralelo la POTUS es la muy estimable actriz negra Alfre Woodard). Hace un año, en Afganistán, el convoy en el que los tres iban fue atacado y el hijo/novio murió, lo cual ha dejado a Charleston un tanto tocada mentalmente, muy al estilo de la Carrie de 'Homeland', pero sin llegar al trastorno bipolar (aunque sí a lo de aficionarse al sexo casual). Charleston se ocupa específicamente de liderar al equipo que recopila el PDB, o President's Daily Briefing, que es el primer informe que la líder del mundo libre lee cada mañana con los problemas más gordos del planeta. Lógicamente, nuestra protagonista no se dedica simplemente a cortar y pegar documentos, sino que influye en este decisivo flujo de información de forma importante, destacando unos asuntos sobre otros e incluso economizando con la verdad cuando le conviene, como por ejemplo en el primer episodio, cuyo centro son el afgano que atacó al convoy un año atrás y un doctor norteamericano a punto de ser ejecutado ante las cámaras al estilo Estado Islámico, y que se parece mucho físicamente al difunto hijo/novio. Al tiempo, Charleston empieza a recibir misteriosos mensajes de móvil de alguien que le dice que "sabe lo que pasó en Kabul", y por si fuera poco, la mujer ni siquiera recuerda todos los detalles de aquella noche debido al shock. Es decir, que se nota desde lejos que parte de la trama busca manipular claramente al espectador haciéndole esperar trocitos de información en plan tan-tatachán que revelen una traición por aquí, un cambio de bando por allá o una más o menos inesperada sorpresa por el otro lado.
La serie está protagonizada por Katherine Heigl, una actriz que es conodida sobre todo por haber pasado cinco años por 'Anatomía de Grey' y luego haber intentado meterse en el azucarado mundo de la comedia romántica, de la que vuelve a las pequeñas pantallas tras cuatro años de ausencia, así que a menudo no tiene mucho a la masa internetera de su parte precisamente. Además, ella y su madre Nancy son dos de los ocho productores ejecutivos de una serie de la que se han ido varios otros productores y guionistas, con lo cual todo acaba dando un aroma demasiado grande a vehículo precocinado: nombre famoso, mujer al mando, copieteo de temas y series de éxito, etc. En definitiva, puede resultar entretenida si uno se deja llevar, y el politiqueo sobre lo que se mete en el PDB o no cada mañana podría resultar interesante, pero los giros del guion y la excesiva capacidad de la protagonista de sacarlo todo adelante ella sola con un móvil y unos tacones en medio de peligrosos espías y terroristas no acaban de dar el pego.
Senin, 17 November 2014
Minggu, 02 November 2014
Olive Kitteridge
hbo.com/olive-kitteridge
-Estreno: 2 de noviembre de 2014, HBO.
-Drama, 60 minutos, 4 episodios.
-Miniserie.
-Basada en la novela homónima, ganadora del premio Pulitzer, de Elizabeth Strout, 'Olive Kitteridge' es una miniserie de cuatro horas protagonizada por la mujer que le da título: Olive es una señora reseca, amargada y borde que trabaja en un colegio en la costa de Maine, en el oeste de Estados Unidos, y es la típica que siempre retiene a estudiantes castigados en el aula al final del día. Su marido, Henry, no puede ser más opuesto: tiene una farmacia en el pueblo, y es el ser más amable, dulce y buena persona que se pueda encontrar. La miniserie sigue la vida de ambos durante 25 años, presentando escena a escena los resultados del convivir con una mujer de una misantropía tan pronunciada que raya en lo patológico. De hecho, Olive siempre parece un tanto obsesionada con la idea de que en su familia hay un historial de enfermedades mentales que pueden manifestarse en cualquier momento, y la duda al respecto sobrevuela la mente del espectador con frecuencia, mientras se debate también sobre si la crudeza con que Olive se expresa debería anular la validez de algunas de sus opiniones. Escrita y dirigida por mujeres, basadas en la obra de otra mujer, el resultado es una historia diminuta, en el sentido de que atañe simplemente a la familia protagonista (que también incluye al sufriente hijo de los Kitteridge) y a un puñado de personajes que se cruzan con ellos en dos décadas y media, pero es una auténtica joya de guion, dirección y sobre todo interpretación (el nombre de Frances McDormand probablemente esté ya grabado en el próximo Emmy, y Richard Jenkins hace un papel extraordinario como el marido). Es una familia pequeña en un pueblo pequeño, y el tema de la trama no es más (ni menos) que el paso del tiempo en una pareja de personalidades opuestas durante una vida más bien apacible y la acumulación de sentimientos que se puede llegar a provocar antes de la erupción. Como dice una de las frases promocionales, "there is no such thing as a simple life", y esta historia consigue presentar la llegada de una nueva empleada o el pelar una manzana junto al mar como catástrofes capaces de cambiar la historia de una familia incluso aunque no pase nada como resultado. Es más, precisamente porque aparentemente no pase nada. No es una historia deprimente, pero sí que decide ocuparse de personajes con preocupaciones a veces triviales pero comunes a todos, como son bodas, muertes o el crecimiento y emancipación de los hijos, que no responden a los tópicos del entretenimiento de masas, lo cual es de agradecer. Es uno de esos proyectos perfectamente modelados que HBO se marca de vez en cuando y que al no ser cine de pantalla grande ni serie de larga duración quizá pase un tanto desapercibido. Pero no debería.
-Estreno: 2 de noviembre de 2014, HBO.
-Drama, 60 minutos, 4 episodios.
-Miniserie.
-Basada en la novela homónima, ganadora del premio Pulitzer, de Elizabeth Strout, 'Olive Kitteridge' es una miniserie de cuatro horas protagonizada por la mujer que le da título: Olive es una señora reseca, amargada y borde que trabaja en un colegio en la costa de Maine, en el oeste de Estados Unidos, y es la típica que siempre retiene a estudiantes castigados en el aula al final del día. Su marido, Henry, no puede ser más opuesto: tiene una farmacia en el pueblo, y es el ser más amable, dulce y buena persona que se pueda encontrar. La miniserie sigue la vida de ambos durante 25 años, presentando escena a escena los resultados del convivir con una mujer de una misantropía tan pronunciada que raya en lo patológico. De hecho, Olive siempre parece un tanto obsesionada con la idea de que en su familia hay un historial de enfermedades mentales que pueden manifestarse en cualquier momento, y la duda al respecto sobrevuela la mente del espectador con frecuencia, mientras se debate también sobre si la crudeza con que Olive se expresa debería anular la validez de algunas de sus opiniones. Escrita y dirigida por mujeres, basadas en la obra de otra mujer, el resultado es una historia diminuta, en el sentido de que atañe simplemente a la familia protagonista (que también incluye al sufriente hijo de los Kitteridge) y a un puñado de personajes que se cruzan con ellos en dos décadas y media, pero es una auténtica joya de guion, dirección y sobre todo interpretación (el nombre de Frances McDormand probablemente esté ya grabado en el próximo Emmy, y Richard Jenkins hace un papel extraordinario como el marido). Es una familia pequeña en un pueblo pequeño, y el tema de la trama no es más (ni menos) que el paso del tiempo en una pareja de personalidades opuestas durante una vida más bien apacible y la acumulación de sentimientos que se puede llegar a provocar antes de la erupción. Como dice una de las frases promocionales, "there is no such thing as a simple life", y esta historia consigue presentar la llegada de una nueva empleada o el pelar una manzana junto al mar como catástrofes capaces de cambiar la historia de una familia incluso aunque no pase nada como resultado. Es más, precisamente porque aparentemente no pase nada. No es una historia deprimente, pero sí que decide ocuparse de personajes con preocupaciones a veces triviales pero comunes a todos, como son bodas, muertes o el crecimiento y emancipación de los hijos, que no responden a los tópicos del entretenimiento de masas, lo cual es de agradecer. Es uno de esos proyectos perfectamente modelados que HBO se marca de vez en cuando y que al no ser cine de pantalla grande ni serie de larga duración quizá pase un tanto desapercibido. Pero no debería.
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